Departamento de Lengua
viernes, 4 de abril de 2014
domingo, 25 de noviembre de 2012
Teatro Escolar
TALLERES DE TEATRO
^La Profesora en Lengua y Literatura Carolina Sanabria viene trabajando desde el mes de Septiembre con un grupo de alumnos en el género teatral, están involucrados aquellos estudiantes de la EES Nº 177 que le gusta este género y se incorporaron alumnos con problemas de aprendizaje y en situaciones vulnerables.
Esta acción también está encuadrada en el PEC de la Institución y realizaron la Muestra de todo lo Trabajado el día Viernes 23 de Noviembre en la Muestra de Actividades. En esta oportunidad trabajaron con representación de títeres y breves dramatizaciones.
Es necesario destacar que alumnos y docente adecuaron un aula destinada a los talleres de teatro, pintaron el salón y lo identificaron como sala de Teatro de la EES Nº 177: “ EL RINCÓN”
lunes, 29 de octubre de 2012
Texto trabajado en clases de Lengua : ADICCIONES
Arte y
Espectáculos
Afirman que
a Macaulay Culkin le quedan 6 meses de vida
Viernes, 03
de Agosto de 2012 - 04:00
El actor
Macaulay Culkin, famoso por su participación en Mi Pobre Angelito, parece estar
perdiendo la batalla contra la droga, especialmente la heroína. Tan desmejorado
está que varios medios sensacionalistas aseguran que, según sus allegados, le
quedarían unos 6 meses de vida.
Según
informó la revista National Enquirer, amigos de Culkin revelaron que el actor
de 31 años gasta cerca de 6 mil dólares al mes en drogas prescritas e ilegales
y que su apartamento en Nueva York es una guarida de sustancias prohibidas. Al
parecer, el abuso de drogas por parte de Macaulay se incrementó después de su
ruptura con la bella actriz Mila Kunis, quien ahora estaría con Ashton Kutcher.
Las mismas fuentes dijeron a la publicación que las amistades de Culkin están
muy preocupadas por su salud, ya que, de continuar con el abuso de drogas, le
dan 6 meses de vida. "Macaulay Culkin está enganchado con las drogas y eso
lo está matando. Es adicto a la heroína, oxycodone, percocet y vicodin. He
visto cómo se droga, lo que ha aumentado en año y medio, al punto que necesita
de verdad ayuda", señaló la fuente citada por el Enquirer. Sin embargo, su
representante, Michael Bega, publicó un comunicado para desmentir que el
protagonista de "Mi primer beso" esté consumiendo drogas intensamente
desde hace un año y medio.
sábado, 27 de octubre de 2012
CAFE LITERARIO
El departamento de Lengua e Idiomas extranjeros realizó en el me de Julio un Café Literario, donde participaron alumnos de la 1º y 2º año del Ciclo Básico; actividad encuadrada en el PEC.Todos los integrantes del Departamento acompañaron a los alumnos en este espacio de Lectura y Reflexión, allí se puso en práctica diversos tipos de lectura,finalmente se realizó una Dramatización por grupos.
Los cuentos seleccionados fueron de GUSTAVO ROLDÁN.
Esta Propueta de Trabajo del Departamneto de Lengua e Idiomas Extranjeros se repetirá el día 23 de Noviembre en la Muestra de Actividades, donde será una Cena Literaria.
martes, 23 de octubre de 2012
Comparto con ustedes un texto sobre el poder de las palabras
Basta
Siempre pienso que la palabra es un vehículo
que transporta a quien la porta, sea desde la lectura o la escritura, desde la
escucha o el habla, a viajar, a provocar, a generar sentimientos, ideas,
reflexiones, puede herir o halagar, puede ser atrapada o rechazada, puede
generar elogios o censuras pero nunca podrá ser ignorada. La palabra tiene la
cualidad de ser viajera, de peregrinar y son los hombres los encargados de
mantenerla viva porque de esta manera estará viva por siempre la creación y la
recreación. Cuando hablo de la palabra no puedo dejar de nombrar a los cuentos,
a esa maravillosa invención del hombre que forma parte de la más remota
existencia junto con el nacimiento de la humanidad. Los cuentos, como arte de
magia, convocan, unen, llaman como hacían originariamente los hombres alrededor
del fuego y esa palabra que dice, que cuenta mundos nuevos o no tantos,
realidades o irrealidades se abre para que el otro , en ese juego sorprendente
de hablar y escuchar, de leer y escribir sea descubierto de mil formas
diferentes.
Según
Julio Cortázar la misma conmoción que lleva a crear debe ser vivida por quien
recrea porque como lectores o escuchas debemos ser atrapados por el otro de tal
manera que nos obliga a aislarnos momentáneamente del espacio real para entrar
en ese otro mundo y “… la única forma en que puede conseguirse ese secuestro
momentáneo del lector es mediante un estilo basado en la intensidad y en la
tensión, un estilo en el que los elementos formales y expresivos se ajusten, sin
la menor concesión, a la índole del tema, le den su forma visual y auditiva más
penetrante y original, lo vuelvan único, inolvidable, lo fijen para siempre en
su tiempo y en su ambiente y en su sentido más primordial.”
Todo esta introducción es a
efectos de manifestarles que eso ha provocado en mí la primera vez que leí el
cuento del cubano Senel Paz titulado “Bajo el sauce llorón “. Durante los diez
minutos que puede tardar un lector en atravesar la historia que el cuento
plantea, una siente que se evade, que se aísla, que es secuestrada
momentáneamente por esa realidad que la historia plantea y, quizás sea porque
el protagonista principal es un niño de ocho, nueve o quizás diez años y es su
voz, su palabra en primera persona la que nos corre del lugar y nos mete, casi
diría prepotentemente, en esa geografía e historia de vida que nos expone desde
la magia de la palabra del creador del cuento. Toda la sensibilidad se
despierta porque es imposible no sentir frente al relato desgarrador desde la
interioridad de sus sentimientos que esta criatura hace en relación a su vida.
También puede ser porque estos
escenarios que los medios nos muestran día a día o la realidad con la que
chocamos cuando salimos a la calle, hace que, además, como lectores se activen
ciertos mecanismos que nos llevan a pensar que las historias contadas son
historias de vida real y el sentimiento se descubre con mayor fuerza.
En este relato, la naturaleza
cumple un papel muy importante porque además de mostrarla desde la veta poética
la presencia de ella está unida a la sobrevivencia del yo, a la capacidad que
el mismo niño tiene para superar la realidad y evadirse en ese otro mundo que
no le resulta hostil, al contrario, en ella se ampara, la naturaleza lo protege
y él se siente cobijado por ese espacio natural. Esta relación que manifiesta
con el entorno natural contrasta con la ausencia de comunicación que mantiene
con los padres “... me gusta mirar ese pequeño resplandor rojizo y escuchar las
voces, los ratones, de casualidad, un caballo, y sentir el friecito de que mi
mamá está lejos, muy lejos de esta casa. Quisiera entonces hablar con las matas
o los animales”.
Todos parecen tapar u ocultar la
realidad, se visten de fiesta para recibir al padre que ellos saben ha
abandonado a su esposa e hijos, si bien el lector nunca sabrá qué pasó con los
padres. El niño es criado por los abuelos y tíos paternos.”…Abuela ha salido de
la cocina con el delantal blanco y bordado, limpiándose los tiznes y grasas del
fogón. Vienen después la tías, con flores en el pelo, todo el mundo sonriente...”
Este cuento permite
transportarnos a la infancia , en este caso a las sensaciones y percepciones
del mundo campesino, al mundo de la imaginación que este niño abre para
evadirse de la ausencia de los padres y es el sauce llorón el que lo recibe
para abrigarlo y resguardarlo del daño al que es sometido psicológicamente por
el abandono de sus padres La madre justifica diciendo que es pobre y no puede
alimentarlo y el padre en nueve años nunca lo vio y cuando tiene la posibilidad
de verlo lo ignora. “… pienso en que encontré mucho dinero y se lo regalo a
mamá y le hago una casa y vivimos todos juntos. Porque nosotros somos
cuatro...”
“...Mamá viene a vernos menos que abuela, trabaja en el pueblo, y mi hermana está
en casa de su madrina. A veces soy yo quien está en casa de la madrina y mi
hermana aquí, o los dos en casa de Clotilde...”
Diversas temáticas son abordadas:
la vida del campo y de los campesinos, la percepción infantil y la imaginación,
las relaciones de familia, las consecuencias de la pobreza, la comunicación o
mejor dicho la incomunicación, el diálogo interior. Sin embargo,
particularmente pienso que la tristeza atraviesa a todas ellas, la tristeza que
le genera la invisibilidad provocada por su padre es tan grande que hace que se
oculte de los adultos, de la fiesta preparada para celebrar la noche buena y se
cobije en ese mundo creado por él, volviendo a lo cotidiano de todos los días:
jugar con la naturaleza lo que no podrá evitarse es que esa sensación de vacío
lo proyectará como un adulto con dificultades. “…¿Usted sabe qué día es hoy?
”Yo no sabía y miré para la abuela para que me ayudara. Hoy es Nochebuena y
vamos a asar un puerco- dijo mi abuelo, pero lo más importante es que viene su
padre a conocerlo. Que lo peinen y lo vistan desde temprano y no se ensucie
para que lo encuentre decente…” A partir de ese momento un mundo de
impresiones, sensaciones, se avivan en él y se imagina cómo será el encuentro,
lo orgulloso que estará su padre de verlo tan grandecito, tanto sentimiento que
hace que prepare a la naturaleza para recibirlo con los mejores colores y las
mejores fragancias. “…Van a pasar por mi lado sin verme…mejor cambio de postura
sin dejar de parecer un vaquero como él. O ya sé. Toseré o diré algo. Abuela me
mira. Tenía que ser ella, con tantas flores bordadas en el delantal blanco
quien me viera. Ahora lo sé bien, la quiero más que a la otra abuela. Aparta
con su brazo el tumulto de familia, abre un sendero que va de mi padre a mí y
señalándome con la mano dice: “- Mira, Joaquín, este es tu hijo. ¿Cómo no tengo
ahora, en la mano el caracolito que me da suerte? Ya voy a echar a correr hacia
él pero su mirada me detiene y espero las palabras que va a decir:- Con los
ojos saltones, como la familia de la madre-, dice y cierra el círculo de su
familia y siguen todos hacia la casa de donde sale el abuelo con los brazos
abiertos. Yo ya creía que usted no llegaba, don- le dice. Se están abrazando.
Seguro que van a ver el puerco asado. Yo, voy a ir a comerme una guayaba y a
seguir por ahí buscando nidos de gallina…”
¿Cómo puede un niño decir BASTA a la indiferencia a la que es sometido por su
padre? ¿Cómo puede decir BASTA a la incomprensión que sufre desde el mundo
adulto?¿Cómo puede un niño decir BASTA a la falta de compromiso que asume el
adulto, en su punción de padre? ¿Cómo puede un niño decir BASTA a la violencia
invisible que ataca su alma, su mente, su corazón, su ser interior? ¿Cómo puede
un niño decir BASTA a la falta de presencia adulta que seguramente dejará
huellas en su camino de vida? Cómo debe un niño decir BASTA a la indolencia a
la que es expuesto porque su padre no le da en su vida el lugar que le
corresponde, el de ser hijo?
Por todos aquellos niños y niñas
que tienen la boca cerrada, que tienen los ojos vacíos del amor de sus padres,
existe la palabra. La palabra que interpela, que demanda, que reclama, que
solicita, que ruega y lo hace desde distintos lugares, en este caso poniendo
luz sobre una realidad que el campo de la literatura social nos permite tratar.
Y como dice Mila Dosso “Los hijos no quieren padres perfectos. Los prefieren
lúcidos y sinceros para tener fe en la vida, para no convertirse en adultos que
no creen en nada, ni siquiera en ellos mismos”.
Según Julio Cortázar la misma conmoción que lleva a crear debe ser vivida por quien recrea porque como lectores o escuchas debemos ser atrapados por el otro de tal manera que nos obliga a aislarnos momentáneamente del espacio real para entrar en ese otro mundo y “… la única forma en que puede conseguirse ese secuestro momentáneo del lector es mediante un estilo basado en la intensidad y en la tensión, un estilo en el que los elementos formales y expresivos se ajusten, sin la menor concesión, a la índole del tema, le den su forma visual y auditiva más penetrante y original, lo vuelvan único, inolvidable, lo fijen para siempre en su tiempo y en su ambiente y en su sentido más primordial.”
Todo esta introducción es a efectos de manifestarles que eso ha provocado en mí la primera vez que leí el cuento del cubano Senel Paz titulado “Bajo el sauce llorón “. Durante los diez minutos que puede tardar un lector en atravesar la historia que el cuento plantea, una siente que se evade, que se aísla, que es secuestrada momentáneamente por esa realidad que la historia plantea y, quizás sea porque el protagonista principal es un niño de ocho, nueve o quizás diez años y es su voz, su palabra en primera persona la que nos corre del lugar y nos mete, casi diría prepotentemente, en esa geografía e historia de vida que nos expone desde la magia de la palabra del creador del cuento. Toda la sensibilidad se despierta porque es imposible no sentir frente al relato desgarrador desde la interioridad de sus sentimientos que esta criatura hace en relación a su vida.
También puede ser porque estos escenarios que los medios nos muestran día a día o la realidad con la que chocamos cuando salimos a la calle, hace que, además, como lectores se activen ciertos mecanismos que nos llevan a pensar que las historias contadas son historias de vida real y el sentimiento se descubre con mayor fuerza.
En este relato, la naturaleza cumple un papel muy importante porque además de mostrarla desde la veta poética la presencia de ella está unida a la sobrevivencia del yo, a la capacidad que el mismo niño tiene para superar la realidad y evadirse en ese otro mundo que no le resulta hostil, al contrario, en ella se ampara, la naturaleza lo protege y él se siente cobijado por ese espacio natural. Esta relación que manifiesta con el entorno natural contrasta con la ausencia de comunicación que mantiene con los padres “... me gusta mirar ese pequeño resplandor rojizo y escuchar las voces, los ratones, de casualidad, un caballo, y sentir el friecito de que mi mamá está lejos, muy lejos de esta casa. Quisiera entonces hablar con las matas o los animales”.
Todos parecen tapar u ocultar la realidad, se visten de fiesta para recibir al padre que ellos saben ha abandonado a su esposa e hijos, si bien el lector nunca sabrá qué pasó con los padres. El niño es criado por los abuelos y tíos paternos.”…Abuela ha salido de la cocina con el delantal blanco y bordado, limpiándose los tiznes y grasas del fogón. Vienen después la tías, con flores en el pelo, todo el mundo sonriente...”
Este cuento permite transportarnos a la infancia , en este caso a las sensaciones y percepciones del mundo campesino, al mundo de la imaginación que este niño abre para evadirse de la ausencia de los padres y es el sauce llorón el que lo recibe para abrigarlo y resguardarlo del daño al que es sometido psicológicamente por el abandono de sus padres La madre justifica diciendo que es pobre y no puede alimentarlo y el padre en nueve años nunca lo vio y cuando tiene la posibilidad de verlo lo ignora. “… pienso en que encontré mucho dinero y se lo regalo a mamá y le hago una casa y vivimos todos juntos. Porque nosotros somos cuatro...”
“...Mamá viene a vernos menos que abuela, trabaja en el pueblo, y mi hermana está en casa de su madrina. A veces soy yo quien está en casa de la madrina y mi hermana aquí, o los dos en casa de Clotilde...”
Diversas temáticas son abordadas: la vida del campo y de los campesinos, la percepción infantil y la imaginación, las relaciones de familia, las consecuencias de la pobreza, la comunicación o mejor dicho la incomunicación, el diálogo interior. Sin embargo, particularmente pienso que la tristeza atraviesa a todas ellas, la tristeza que le genera la invisibilidad provocada por su padre es tan grande que hace que se oculte de los adultos, de la fiesta preparada para celebrar la noche buena y se cobije en ese mundo creado por él, volviendo a lo cotidiano de todos los días: jugar con la naturaleza lo que no podrá evitarse es que esa sensación de vacío lo proyectará como un adulto con dificultades. “…¿Usted sabe qué día es hoy? ”Yo no sabía y miré para la abuela para que me ayudara. Hoy es Nochebuena y vamos a asar un puerco- dijo mi abuelo, pero lo más importante es que viene su padre a conocerlo. Que lo peinen y lo vistan desde temprano y no se ensucie para que lo encuentre decente…” A partir de ese momento un mundo de impresiones, sensaciones, se avivan en él y se imagina cómo será el encuentro, lo orgulloso que estará su padre de verlo tan grandecito, tanto sentimiento que hace que prepare a la naturaleza para recibirlo con los mejores colores y las mejores fragancias. “…Van a pasar por mi lado sin verme…mejor cambio de postura sin dejar de parecer un vaquero como él. O ya sé. Toseré o diré algo. Abuela me mira. Tenía que ser ella, con tantas flores bordadas en el delantal blanco quien me viera. Ahora lo sé bien, la quiero más que a la otra abuela. Aparta con su brazo el tumulto de familia, abre un sendero que va de mi padre a mí y señalándome con la mano dice: “- Mira, Joaquín, este es tu hijo. ¿Cómo no tengo ahora, en la mano el caracolito que me da suerte? Ya voy a echar a correr hacia él pero su mirada me detiene y espero las palabras que va a decir:- Con los ojos saltones, como la familia de la madre-, dice y cierra el círculo de su familia y siguen todos hacia la casa de donde sale el abuelo con los brazos abiertos. Yo ya creía que usted no llegaba, don- le dice. Se están abrazando. Seguro que van a ver el puerco asado. Yo, voy a ir a comerme una guayaba y a seguir por ahí buscando nidos de gallina…”
¿Cómo puede un niño decir BASTA a la indiferencia a la que es sometido por su padre? ¿Cómo puede decir BASTA a la incomprensión que sufre desde el mundo adulto?¿Cómo puede un niño decir BASTA a la falta de compromiso que asume el adulto, en su punción de padre? ¿Cómo puede un niño decir BASTA a la violencia invisible que ataca su alma, su mente, su corazón, su ser interior? ¿Cómo puede un niño decir BASTA a la falta de presencia adulta que seguramente dejará huellas en su camino de vida? Cómo debe un niño decir BASTA a la indolencia a la que es expuesto porque su padre no le da en su vida el lugar que le corresponde, el de ser hijo?
Por todos aquellos niños y niñas que tienen la boca cerrada, que tienen los ojos vacíos del amor de sus padres, existe la palabra. La palabra que interpela, que demanda, que reclama, que solicita, que ruega y lo hace desde distintos lugares, en este caso poniendo luz sobre una realidad que el campo de la literatura social nos permite tratar. Y como dice Mila Dosso “Los hijos no quieren padres perfectos. Los prefieren lúcidos y sinceros para tener fe en la vida, para no convertirse en adultos que no creen en nada, ni siquiera en ellos mismos”.